Iguazú

Al proteger 67.620 hectáreas que enmarcan a las inigualables cataratas. el Parque Nacional Iguazú es uno de los destinos turísticos más potentes de la Argentina. Para disfrutar de sus aves, te recomendamos la Ruta Nacional 101 de tierra colorada y el Jardín de los Picaflores, Guira Oga y el Observatorio de Aves Ita Poty Mirí en el complejo 600 hectáreas, todos en Puerto Iguazú.

En el extremo noroeste de la Provincia de Misiones y entre los ríos Paraná e Iguazú se encuentra este núcleo donde diferentes sitios pueden ser un lugar de encuentro con las aves.

 

El Parque Nacional Iguazú, en sus áreas de uso público (paseos para ver a las cataratas o el sendero Macuco), es sin lugar a dudas un sitio clave para conocer las aves del Bosque Atlántico, hay casi 500 especies registradas. El Sendero Macuco con sus 7,5 km es el lugar ideal para observar aves como las tres especies de Bailarines, el Naranja (Pipra fasciicauda), el Azul (Chiroxiphia caudata) y el Blanco (Manacus manacus). Las tres cuentan con leks en el recorrido. Otras como el Yeruvá (Baryphthengus ruficapillus), las dos especies de Surucuá e inclusive en el mirador del Salto Arrechea al Halcón Negro Chico (Falco rufigularis).

Otro buen sitio para la observación de ciertas aves son las inmediaciones del “viejo hotel”, aquí bandadas de Tucán Grande (Ramphastos toco) deleitan temprano a la mañana o grupitos de la simpática Catita Enana (Forpus xanthopterygius), ésta última no tan fácil de observar pero siendo relativamente frecuente en este sitio. Los paseos que muestran los saltos son el sitio ideal para observar al ave emblema del parque, el Vencejo de Cascada (Cypseloides senex), en noviembre y diciembre, época en que nidifica, el Salto Alvar Núñez Cabeza de Vaca es un punto ideal para verlos en sus nidos. Otras especies como el Saíra Arcoiris (Tangara seledon) o la Yacutinga (Pipile jacutinga) son expectables de observar, así como el Tapicurú (Mesembrinibis cayennensis) o la Aninga (Anhinga anhinga), sobretodo en el Iguazú superior.

 

Por último, la mítica “101”, esta ruta nacional que en su tramo dentro del Parque Nacional la tierra roja se impone al asfalto y el paisaje de selva es dominante en todo su recorrido, es un lugar para un encuentro muy singular, el Urutaú Coludo (Nyctibius aethereus), especie restringida al norte misionero. El avistaje de aves rapaces, es desde la “101” otro “highlight”, cuando las térmicas hacen lo suyo no es raro ver en lo alto a especies como el Águila Viuda (Spizaetus melanoleucus) o el Águila Crestuda Real (Spizaetus ornatus). Y ahora el recientemente inaugurado mirador Daniel “Pupi” Somay en el bañado ubicado ahí nomás del puesto de gendarmería.

 

Ahora bien, si de picaflores se trata, no hay como el Jardín de los Picaflores en el corazón de Puerto Iguazú. Aquí se han avistado unas 20 especies de picaflores, dos de ellas nuevas para la Argentina, como lo es el Picaflor Tijereta (Eupetomena macroura) y el Picaflor Vientre Negro (Anthracothorax nigricollis). En este encantador jardín, que se podría decir es un clásico en Iguazú, no solo revolotean cantidad de picaflores (hasta 100 o más en invierno), sino que también es posible ver otras especies súper atractivas como como lo es el Tangará Alcalde (Euphonia pectoralis), el Saí Azul (Dacnis cayana) o el Tangará Bonito (Chlorophonia cyanea) entre otras.

 

Otro lugar para recorrer en Iguazú es la zona conocida como “las 600 hectáreas”, este desarrollo turístico tiene como característica que los hoteles se han construido en la selva. De esta forma se mantiene una gran superficie selvática entre los diferentes hoteles y a través de senderos y caminos se pueden recorrer el lugar en busca de aves. Hay además dos comunidades Mbya-Guaranís que también ofrecen paseos.